PRO-COMIC

Ya es 2016.
Desde 2011 hasta ahora Pro-Cómic ha dormido pacientemente mientras en el mundo de la entretención en movimiento (películas, series, videos varios) se verificaba un acontecimiento gigantesco: los cómics se tomaron la cultura popular, las temáticas, las adaptaciones, las formas de contar historias.
En estos cinco años, los grandes estudios consolidaron y re-activaron asociaciones ya existentes con las productoras de guiones gráficos, y una o dos generaciones enteras de actores se han convertido en héroes, antihéroes y villanos. Marvel ahora es Disney (Lucasfilm también), pero también tiene vida propia y ha re-creado todo su universo en la gran pantalla y en la televisión. DC siempre ha sido amiga de Warner y han sabido ganarse espacios semanales con sus series, y comienzan a jugársela en gran formato. A eso se suma el establecimiento de nuevas formas de entretenimiento basadas en la red: Youtube lleva diez años de evolución constante relegando a la televisión tradicional a un plano progresivamente más bajo que el segundo, y Netflix redefinió con éxito gigantesco el concepto de programación a la carta.
Junto con eso, la tecnología ha llegado a espacios más íntimos de contacto con las personas: los móviles, las tabletas y recientemente los relojes son un nexo habitual para millones de personas en el mundo occidentalizado. Y mientras tanto, la realidad virtual, los automóviles inteligentes, la ropa con conexión y el internet de las cosas buscan hacerse un espacio como nuevas revoluciones tanto para mejorar la vida como para "simplemente" entretener.
En esa vorágine, una nueva camada de usuarios sigue buscando algo muy básico y humano en la red: historias.
Historias. Historias épicas y personales. Héroes. Personas tal cual. Elecciones. Destinos gigantes a la espera.
Es hora que Pro-Cómic regrese. Porque esas historias siguen estando en el aire, y porque tenemos material que volver a compartir.
Y porque sí.
Libertad para los códigos.

Gustaffson